Pinballs electrónicos (Score Display)

La llegada del microprocesador en los años 70 daría un vuelco impresionante en la fabricación de todo tipo de aparatos automatizados iniciando la era de la electrónica digital.

El mundo del pinball no podía ser ajeno a estos avances y ya en 1975 aparecían en Estados Unidos los primeros pinballs que abandonaban definitivamente el uso de relés y motores para ser sustituidos por un programa informático que dirigiría todos los aspectos del juego. Esto traería consigo una importante reducción de las averías y de la necesidad de mantenimiento que conlleva el constante movimiento de dichas piezas móviles.

Aparte de ello permitía a los diseñadores del juego avanzar en la complejidad de las reglas, crear animaciones de luces nunca antes vistas en un tablero de juego, e incorporar conceptos como el «high score to date», que dependiendo del fabricante premiaba con una ó tres partidas al jugador que superara la puntuación récord del momento.

En España a partir del año 1978 los principales fabricantes de pinballs irían uno tras otro desarrollando cada uno su propia tecnología electrónica ofreciendo así a operadores unas máquinas más confiables y con mayores opciones de configuración de los parámetros del juego y precio de partida, a la vez que más atractivas para un público que disfrutaría también en el juego del pinball los avances de la incipiente era electrónica.

Pero entonces, y también como consecuencia del desarrollo de la tecnología electrónica, entran en escena las máquinas de videojuego y a pesar de que los fabricantes van realizando máquinas cada vez más sorprendentes se nota una clara disminución de la producción de pinballs en los primeros años 80 en cuanto a modelos y unidades. Sirva como ejemplo el parón que tuvo SegaS.A. Sonic entre los años 1979 y 1985 que centraron sus recursos en la fabricación y distribución de máquinas videojuego y de tragaperras (recientemente legalizadas); o también el caso de Inder que entre los años 1980 y 1985 también detuvo la producción de pinballs.

Es a partir del año 1986 con la entrada en escena de una Cirsa, una compañía que hasta entonces fabricaba tragaperras y máquinas genéricas de videojuego, que entra en escena el pinball americano. Bajo la marca Unidesa fabrican bajo licencia una serie de máquinas de Williams. Las mesas eran de una calidad claramente superior a las producciones españolas, tanto tecnológicamente como en reglas de juego, diseño de tablero y trabajo artístico, siendo éste último apartado el único en el que el pinball español aún rivalizaba en la mayoría de los casos. El apartado del precio de las máquinas era por tanto el único en el que podían competir las máquinas de los fabricantes españoles que aún seguían en pie a los que se sumaron entre otros Juegos Populares, M.A.C. y Stargame, la división de pinballs del grupo Cirsa que diseñaba sus propios juegos desde cero.

El pinball americano trajo consigo una serie de innovaciones que pasarían a ser norma habitual como el multiball, los marcadores alfanuméricos y con ellos la tabla de récords, y tableros con rampas en la gran mayoría de los casos. A la fabricación en España de las mesas de Williams por parte de Unidesa/Cirsa se sumaría Vifico que haría lo propio con los juegos de Gottlieb/Premier Technologies. Ya por último quedarían por mencionar los pinballs de Bally que se hicieron más difíciles de ver ya que sólo llegaban a través de importación directa. Importar pinballs desde USA era algo muy puntual ya que la fabricación en España, tanto de pinballs propios como licenciados, era más que suficiente para abastecer el mercado.

Llegados a este punto, el jugador de pinballs podía encontrar en un mismo salón tanto pinballs españoles a 25pts la partida, que cada año que pasaba quedaban más lejos de los americanos que seguían aportando nuevas ideas y avances técnicos y jugables, pero que por contra tenían un juego más rápido, directo y fácil de entender; y por otra parte mesas de la más avanzada tecnología que por 50pts ofrecían partidas de más largo recorrido, donde cada bola que se juega es contunuación de lo logrado en las anteriores, e incorporaban tableros más complejos y multiballs entre otras cosas.