El joystick rotatorio

Los tiempos que corren nos tienen acostumbrados a que un panel de control de juego arcade está compuesto por una palanca de ocho direcciones y un número variable de botones que fue en aumento desde un único botón de disparo en sus inicios hasta un máximo de seis botones en la mayoría de juegos de lucha, principalmente los de la compañía Capcom, que fue la que introdujo el standard que permitía aumentar hasta seis los tres botones de acción que eran el límite entonces existente. Es el formato rey y el elegido por fabricantes de todo el mundo a la hora de crear máquinas o paneles multijuego para el gran público, ya que es con diferencia el capaz de albergar un mayor número de juegos clásicos de los recreativos.

Aparte, los más veteranos en esto de los salones recreativos y que hayan tenido la suerte de conocer mayor número de máquinas fuera de lo común, saben que otro tipo de controles o combinaciones de sistemas de control han sido incorporados a los paneles para dar una experiencia de manejo y de juego distinta, y específica a los juegos que fueron diseñados a usarlos. Y voy más allá de los juegos de conducción manejados con los controles propios del vehículo (Outrunnes hasta incluía radio digital con display propio) o de las pistolas y otras armas de fuego de todo tipo y tamaño empleadas en máquinas de disparar a los elementos que se movían por la pantalla. Trackballs y spinners también fueron elementos necesarios en diversos juegos pero en esta entrada vamos a introduciros al desconocido mundo del joystick rotatorio y sus juegos.

El joystick rotatorio nace con la idea de poder controlar simultáneamente desde el mismo joystick no sólo la dirección en la que se mueve nuestro personaje como haría un joystick standard sino que de manera independiente también controla la dirección hacia la que está mirando y por tanto hacia la que va a disparar, aunque también hay algunos juegos en los que el protagonista (en ocasiones una nave) siempre mira hacia el frente y mediante la rotación del joystick se decide únicamente hacia donde apunta el cañón.

Por hacer una comparativa, cuando jugamos a Commando lo normal es avanzar continuamente hacia el frente al mismo tiempo que disparamos pero si queremos retroceder para esquivar alguna bala, entonces nuestros disparos también apuntan hacia abajo, donde normalmente no hay nadie, mientras nuestros enemigos quedan a salvo de nuestra munición hasta que volvamos a poder avanzar hacia el frente.

En cambio, en Guerrilla War, Ikari Warriors y otros juegos similares que usan el joystick rotativo, sí que podemos retroceder sin dejar de mirar hacia adelante, tal como haría Michael Jackson con su famoso Moonwalk.

Esto es posible ya que al mecanismo convencional del joystick de ocho direcciones que sirve para hacer avanzar al protagonista se le suma un mecanismo con el que girando el joystick sobre su propio eje conseguimos que el militar de turno gire sobre sí mismo sin necesidad de desplazarse. Este mecanismo lleva internamente un restrictor de posiciones por lo cual cada vez que lo hagamos girar será de 45 en 45 grados, haciendo un “clack” cada vez al tiempo que gira nuestro personaje

Las ventajas del sistema ya las hemos explicado pero no es oro todo lo que reluce. El nuevo sistema de control requiere un tiempo de adaptación por parte del jugador y también el juego en sí no puede ser tan rápido como el mencionado Commando debido a la complejidad del manejo. Tengamos en cuenta que en juego de Capcom, si viniera de repente alguien por detrás basta con mover el joystick hacia abajo e inmediatamente estamos de cara a él. Un juego de joystick rotatorio nos obliga a girarlo, que son cuatro “clacks” y bastante duros por cierto, con lo cual perdemos bastante tiempo en hacer la maniobra y por eso los juegos creados para este control son más lentos de acción, para así compensar el manejo del héroe y no acabar resultando en un juego imposible, aunque lo cierto es que la mayoría de los juegos que salieron son desesperantes en cuanto a dificultad.

La trayectoria del joystick rotatorio comienza de la mano de SNK en 1985 con un TNK-III, un juego en el que controlamos un tanque y que refleja perfectamente el concepto del uso del joystick rotatorio. A partir de ahí y hasta 1989 SNK lanzaría un total de nueve títulos con ese sistema, aparte de otros juegos de control standard, siendo Ikari Warriors, Victory Road y Guerrilla War los más conocidos.

Capturas del juego TNK III de SNK

Las compañías Data East y Seta también se aventuraron en 1987 y 1989 respectivamente con dos juegos cada una. No hay más registros de uso de joystick rotatorio desde el año 1990 en adelante.

Sega S.A./Sonic llegó a distribuir Guerrilla War en su mueble standard con artes dedicados e incorporando el característico joystick rotatorio con forma octogonal y su inconfundible color amarillo. También nos llegaron las bootlegs modificadas para ser usadas en máquinas genéricas convencionales con joystick standard en las que el comportamiento del protagonista es el habitual de apuntar hacia la última dirección hacia la que se movió el joystick. Esto hacía más fácil el manejo pero realmente es una incomodidad cuando quieres andar libremente esquivando balas pero necesitas seguir apuntando en una dirección concreta ya que el juego seguía estando diseñado para hacerlo así. En ocasiones todas las ráfagas de disparos provenían de un área concreta de la pantalla.

También se tiene constancia de un Ikari III – The Rescue, uno de los últimos juegos de joystick rotatorio, instalado en mueble videosonic con artes genéricos y joysticks rotatorios de apariencia similar a los de Industrias Lorenzo, probablemente fabricados por dicha empresa aún en activo, aunque ni rastro de ese producto en su catálogo.

Y ya para despedir este artículo queda comentar que la idea de controlar independientemente el movimiento de nuestro personaje y la dirección de sus disparos viene de muchos años más atrás de la creación del joystick rotatorio en 1986. Varios sistemas de control se diseñaron mucho antes con el mismo fin pero de ellos ya hablaremos próximamente.

Saludos desde el Museo del Recreativo.

Con la colaboración de:


Paturlas

Nostálgico de todo lo que existía en los 80 y 90, especialmente máquinas recreativas y pinballs
Colaborador del Museo del Recreativo

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