El Museo

Pertenecemos a una generación privilegiada que ha podido experimentar el nacimiento de los videojuegos y la evolución tanto técnica como artística de los mismos desde que tenemos uso de razón. Hemos podido disfrutar desde pequeños de ellos y nos familiarizamos con los ordenadores y consolas con las que  tanto disfrutamos y tanto aprendimos.

Para una gran parte de nuestro equipo, aquellas experiencias definieron incluso nuestro futuro profesional, como ingenieros y técnicos dedicados a la informática, las telecomunicaciones y la electrónica.

Así pues, nos encontramos en un momento importante desde el punto de vista de la Cultura del Videojuego, que está empezando a ser reconocida como tal. Similares pasos siguieron en el pasado el cine, la música pop, el cómic y otras formas de expresión que en sus inicios no pasaban de considerarse meros entretenimientos, pero que fueron ganando poco a poco su merecido lugar como nuevas facetas de la cultura, junto a otras más tradicionales como la literatura, la pintura o la escultura.

Este impulso a la Cultura del Videojuego es gracias a proyectos como el Museo del Recreativo de Jaén, cuyo hito más importante fue sin duda  ser un referente de que la Administración comenzaba a apoyar estos proyectos. El museo está demostrando que el videojuego clásico no es ya terreno sólo de colectivos especializados, sino que el público general muestra su interés y disfruta al mismo tiempo recordando tiempos pasados o descubriendo nuevos (viejos) juegos y aventuras.

El videojuego, como concepto aglutinador de artes diversas como el grafismo y  la música, es también puente entre la tecnología y el entretenimiento, a mitad de camino entre la industria y el arte. Todo ello confiere al videojuego un interés singular como disciplina transversal.

Precisamente ese es el gran atractivo que para nosotros tiene la temática del videojuego para atraer el interés de colectivos muy diversos y poder utilizarlo como hilo conductor de las actividades y proyectos de colaboración con diferentes entidades y colectivos.

Queremos atraer la atención de los grupos escolares, de la comunidad educativa a todos los niveles, de la industria audiovisual y del videojuego como motores de creación de empleo y de cultura, así como potenciar la colaboración con asociaciones locales de carácter social y cultural.  En definitiva, ¡¡El Museo debe ser no sólo un lugar para el ocio, sino una herramienta para aportar valor a la sociedad!!