Los secretos de Rainbow Islands

Es sabido que uno de los juegos de máquina arcade con más trucos y secretos de la historia es el Bubble Bobble. Pero su secuela, «Rainbow Islands, the story of Bubble Bobble 2», tampoco se queda corto. Se trata de otro largo juego lleno de objetos mágicos, y que aunque en un primer vistazo no lo parece, guarda muchos parecidos con su antecesor a pesar de un desarrollo de fases bastante diferente.

DESCUBRIENDO LOS SECRETOS DE RAINBOW ISLANDS

¿Pero cuántas fases hay?

Centrándonos en los secretos del juego, empezamos con los diamantes de colores, que son base fundamental para completarlo con éxito y aquí volvemos a encontrarnos con diferentes finales según nuestro progreso. 

El juego se desarrolla en 7 islas con cuatro fases cada una y un jefe de fin de isla. Completar las siete islas ya es difícil de por sí pero si hicimos las cosas correctamente, una vez completadas emergerán ante nuestros ojos 3 nuevas islas aún peores. 

A lo largo del juego según vamos eliminando enemigos nos van dejando como recompensa tres tipos de objetos que son: alimentos variados, diamantes de colores y regalos mágicos al estilo de los de Bubble Bobble. Aquí tampoco nada sucede por casualidad y la aparición de cada tipo de objeto dependerá de ciertos factores que pasamos a describir. Conocer este detalle es vital a la hora de obtener mejores resultados en nuestro progreso.

Mapa de Rainbow Islands con las 7 islas de inicio (faltarían las 3 ocultas)

 

¿Qué ocurre con los objetos?

El objeto básico son los alimentos. Frutas / Verduras, dulces y chocolatinas que únicamente conceden puntos y que aparecen cuando impactamos a los enemigos con nuestros arcoiris, siempre que no sea el turno de aparición de un regalo mágico. 

Cada tres enemigos derribados aparece un regalo mágico que va desde las zapatillas y pociones que mejoran nuestras habilidades hasta una capa de invencibilidad. Cuanto más valioso es el regalo mágico, más improbable es que aparezca. 

¿Qué ocurre con los Diamantes?

Lo más importante son los 7 diamantes de colores. Aparecen derribando a los enemigos al caer sobre ellos un arcoiris o si cae uno justo desde debajo de sus pies. Pero si es turno de un regalo mágico, este último tendrá preferencia. También se convierten en diamantes los enemigos cuando mueren por acción de algo “mágico” como consecuencia de algún objeto que hayamos cogido, como por ejemplo una explosión que lo mata todo o el impacto de una estrella. 

LoS colores de los diamantes que vamos recogiendo, rojo, naranja, amarillo, verde, cyan, azul oscuro y magenta (larga vida al Spectrum) aparecerán en ese mismo orden en la parte inferior de la pantalla para que podamos llevar el control de los que nos faltan. Nos ayudará mucho saber que el color del diamante que aparezca dependerá siempre de la zona de la pantalla en la que caiga el enemigo derribado, siguiendo el mismo orden. Rojo a la izquierda, verde en la zona central, magenta en el extremo derecho.

Este es el orden correcto de los diamantes

Recoger los diamantes de los siete colores en una misma isla es importante porque nos concede 100.000 puntos ó una vida extra (según configuración) y hace aparecer un diamante gigante además de los variados alimentos una vez derrotado el jefe. Pero si además somos capaces de recoger los diamantes de colores por orden (rojo, naranja, amarillo…) encontraremos al llegar a la pantalla del jefe una puerta secreta de gran valor porque cada una otorga un regalo permanente para toda la partida. ¡El color importa! 

Podemos entrar directamente a la puerta secreta sin necesidad de matar al jefe, sin que no nos pille él antes, o hacerlo una vez eliminado y recogidos sus regalos. Pero ojo, si el jefe nos mata, esa puerta no volverá a aparecer. Y recordad que cada isla tiene su puerta. En cada puerta encontramos un código en alfabeto Bubble Bobble que podemos introducir en la pantalla de título, el diamante gigante correspondiente a la isla que estemos, y el regalo gigante correspondiente a la puerta de la misma isla. 

De tal modo, el diamante de la isla uno siempre será el rojo, y el regalo de la puerta será la zapatilla gigante. En la segunda es diamante naranja y poción roja gigante, en la tercera es diamante amarillo y poción amarilla gigante… Lógicamente a medida que avanzamos por las islas se va haciendo más difícil recoger los diamantes por orden, y más valioso el regalo que encierran las puertas. Recoger los diamantes por orden se vuelve esencial dado el nivel de dificultad que toma el juego a medida que avanzamos.

 Por otra parte, cada vez que recogemos un diamante gigante, este aparecerá sobre la isla correspondiente en el mapa de islas. Obtener los siete dará lugar a la aparición de tres islas más. No obtenerlos dará como resultado un final falso del juego.

Las islas secretas

Aquí podemos ver las 3 islas secretas (nº8, nº9 y nº10)

Las tres nuevas islas también aplican el método de coger los diamantes por orden, y la última de ellas es un homenaje directo a Bubble Bobble, con sus enemigos, decorado, música, e incluso jefe final. Por cierto, no es la única isla que homenajea un juego anterior de Taito.

Estas tres islas conceden al matar al boss un espejo gigante de bronce plata y oro respectivamente. Recoger los diamantes por orden en la isla final nos dará en la puerta secreta además una varita gigante imprescindible para ver el auténtico final feliz del juego.

Sobre los códigos que muestran las salas tras las puertas, decir que únicamente los tres primeros son útiles. Al introducirlos nos conceden eternamente la zapatilla, la pócima roja o la amarilla. Lamentablemente el juego sólo admite un código por partida. Pero hay que tener en cuenta que los códigos de las puertas que dan regalos importantes no sirven para obtener dichos regalos desde el inicio de partida, y en su lugar muestran diferentes mensajes de ayuda relacionados con los diamantes, las puertas y otros secretos aquí explicados.

Los regalos gigantes de las puertas secretas:

Pasamos ahora a enumerar los regalos gigantes que nos conceden las puertas secretas: Las tres primeras otorgan la zapatilla, la poción roja y la amarilla respectivamente, y son los únicos cuyos códigos conceden ese regalo al introducirlos en la pantalla de título.

La cuarta puerta nos da el libro “wing” que nos da las alas que permiten saltar en el aire. La quinta nos permite elegir entre las puertas que llevan directamente a las islas 7 u 8 o salir por la puerta de siempre que llevaría a la isla siguiente, en este caso la 6. Respecto a esto la estrategia ideal sería no saltarse ninguna isla ya que en la sexta está la puerta que nos da el hada que nos rodea constantemente matando a quien toca, convirtiéndolo también en diamante. Es uno de los regalos más útiles de todo el juego.

Ya que hemos decidido no coger nada de lo que nos ofrece la quinta puerta, no tiene sentido alguno coger en orden los diamantes de la quinta isla, que además es una de las más complicadas y la que menos tiempo te permite para completar sus fases. La sexta puerta ya hemos dicho que nos da el hada. La séptima puerta es otra por la que tal vez no valga la pena molestarse. Permite que el famoso “continue game” siga activo tras la séptima isla, cosa que a muchos no les podría parecer suficiente aliciente. A nosotros tampoco.

Una observación, coger por orden los diamantes en el mundo ocho sólo tiene sentido a la hora de buscar la mayor puntuación. Hace que los regalos que únicamente dan puntos aparezcan siempre como bolsitas de 10.000 puntos. 

El regalo tras la novena puerta es una esfera verde que nos concede el poder de disparar unas ondas de energía a ambos lados, sumadas a los arcoiris, y cuya mayor ventaja es que eliminarán al jefe final al primer toque. Y es algo realmente aconsejable.

La décima y última puerta podría ser prescindible teniendo en cuenta que el juego se termina. Su utilidad vuelve a tener única relación con la puntuación. Concede 8 sacos de 100.000 puntos y hace que el marcador pueda pasar de 9.999.990 puntos y mostrar la puntuación final real.

Los homenajes a otros juegos 

No podemos dejar de elogiar el genial homenaje que Taito hizo a algunos de sus juegos anteriores en varios de los mundos de Rainbow Islands. Es algo que hemos visto en otros juegos de varias compañías pero en Rainbow Islands el mimo con que se ha hecho es genial.

Por ejemplo en la quinta isla, “Doh’s Island”, está dedicada al Arkanoid. El propio Doh, jefe final del clásico machacaladrillos es el boss aquí también, y aunque en esta ocasión los ladrillos únicamente hacen plataformas, todo lo que conocemos de aquel juego está aquí con toda su esencia. 

La octava isla es un homenaje al juego FairyLand Story, con su música y su fauna de enemigos. Se echaría de menos a su protagonista. Fairyland Story es considerado el juego que inspiró Bubble Bobble, lo que le da sentido a su presencia a pesar de ser un gran desconocido. 

La novena isla es claramente reconocible. El mundo Darius está representado en ella y nuevamente nos enfrentamos a todo lo que a ese juego le corresponde, ambientados por su música y sus decorados. Incluso aparece el mensaje de advertencia de la llegada de la nave jefe de fase. 

La isla «Bubble Bobble» del Rainbow Islands

Y como colofón y cierre de juego, el fantástico Bubble Bobble con todo su colorido ,alegre música y simpáticos enemigos se nos presentan de manera magistral como fase final de recompensa por haber llegado hasta aquí, que ya tiene su mérito. 

Con todo lo dicho queda claro que Rainbow Islands es un más que digno sucesor de Bubble Bobble. Y además es uno de los retos más satisfactorios a medida que se van conociendo y dominando sus secretos. Y llegar y completar sus últimas fases es un lujo, eso sí, difícil de lograr pero muy recomendable. La diversión está garantizada con este juego de Taito de 1987. 

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