Máquinas recreativas de video españolas
En 1972 Atari lanza la primera máquina recreativa de video llamada “Pong”, que simulaba un partido de ping pong. Tardaría un par de años en llegar a los salones recreativos españoles pero cuando lo hizo fue un auténtico bombazo. Los fabricantes españoles de máquinas recreativas (básicamente pinballs), que dominaban el mercado español, intentaron subirse al carro del videojuego y sacar su propia versión: PETACO (“Tennis Show”) , Centromatic (“Futbol TV”), Euromatic (“Smatch 1” y “Smatch 2”) lo lograron con poco éxito, INDER dedicó varios años al proyecto y cuando lo tenía listo se frustró el lanzamiento porque los japoneses se habían adelantado con la siguiente generación de máquinas de video “Space invaders” (1978) y “Galaxian” (1979) en color. Estas máquinas también se cargaron él que iba a ser el primer videojuego original español “El paracaidista” de Electrogame que no se llegó a lanzar porque era en blanco y negro.

Siempre por detrás de japoneses y norteamericanos, las grandes empresas españolas no pudieron reaccionar. Tenían estructuras muy rígidas y grandes y plantillas muy especializadas en electromecánica, les faltaba la agilidad necesaria para diseñar sus propios juegos. Así que la mayoría se limitaron a comprar las placas en el extranjero y a fabricar sus propios muebles para montarlas (algo que sabían perfectamente hacer). Los más descarados se dedicaron a hacer “bootlegs” copias no autorizadas de las placas que, modificaban en mayor o menor medida, para traducir textos, cambiar dibujos, incrementar la dificultad, etc.
Esto dejó espacio a un nuevo tipo de empresa formada por ingenieros jóvenes o estudiantes que formaban pequeñas empresas especializadas en electrónica y programación y que pudieron sacar sus propios juegos. A veces asociándose con los grandes fabricantes para contar con su experiencia en el montaje, líneas de producción y distribución.
De esa forma apareció la empresa CIDELSA Circuitos y Desarrollos Electrónicos Sociedad Anónima. Esta empresa estaba participada por Playmatic, legendario fabricante de pinballs, y EFOSA una empresa de desarrollo de electrónica con la que ya había colaborado Playmatic, y con otros fabricantes de pinballs, para el desarrollo de la línea de pinballs electrónicos. “Destroyer” (1980) un matamarcianos clásico fue el primero de sus productos, y el primer videojuego totalmente español que se comercializó, a los que siguieron “Altair” (1981), “Altair II” y “Draco” (1981). otros juegos originales que se comercializaron con la marca Playmatic aunque EFOSA también estuviera detrás fueron “Nightmare” (1982), “Clean Octopus” (1982) y “Space Blaster” (1982). Ambas empresas era catalanas, al igual que la mayoría de las empresas que llegaron a desarrollar juegos originales en España.

NIEMER, Nuevas Ideas En Máquinas Electrónicas Recreativas, fueron otros catalanes que también fabricaron dos máquinas originales, “El Fin del Tiempo” (1981) y “4 en línea” (1981). Igualmente los gerundenses ITISA Electronic también fabricó juegos propios “Botanic” (1983), “Squash” (1984) y “Flash Gun” (1986) aunque lo que más hacia es adaptar y comercializar en España videojuegos licenciados de empresas francesas.

Desystem – Tecfri, había contratado todo el talento de Electrogame, para sacar sus propios videojuegos. “Ambush” (1983) tiene el honor de ser el primer juego español que llego a comercializarse en la cuna del videojuego, en Japón, esto fue porque fue el primer videojuego en el mundo que logró mostrar 128 sprites (figuras animadas) en pantalla, todo un logro en aquellos tiempos. Al que siguió también a tierras niponas fue “Hole Land” (1984). Los últimos juegos originales de este fabricante fueron “Crazy Rally” (1985), “Sauro” (1987), “Tricky Doc” (1987 y “Speed Ball” (1987) y «Music Ball» (1987), dos pinballs virtuales.

Duintronic fue una empresa con altas pretensiones que lanzó un producto llamado a ser un éxito por el diseño gráfico que aportaba pero que fracasó rotundamente por la poca jugabilidad que tenia el videojuego llamado “Buccaneers” (1989) y con el que finalizó su carrera. Curiosamente se dejó en el tintero otro video juego llamado “Super Motor” que no pasó de prototipo y que hace poco que se ha logrado recuperar y era un juego mas que aceptable.

En Madrid encontramos dos empresas, ambas relacionadas con los pinballs: IDSA Ideas y Diseños S.A. que solo lanzó un videojuego «4 en Raya» (1990) muy feo pero era divertido. E INDER otro de los grandes fabricantes de pinballs que tuvieron que asociarse con otra empresa especializada para poder producir sus propios videjuegos. La empresa era Dinamic Software que diseñaron tres juegos “After de Wear” (1989), “Mega Phoenix” (1991) y “Hammer Boy” (1991). Por desgracia cuando se probó con público su acogida fue decepcionante y no se llegó a comercializar.

Gaelco, formada por empleados de Tecfri, fueron, sin lugar a dudas, los más grandes diseñadores de videojuegos españoles y, sin llegar a los niveles de las grandes empresas japonesas y norteamericanas, hizo un digno papel y durante mucho tiempo era el único fabricante europeo que hacía videojuegos con su tecnología propia. Sacó al mercado muchísimos juegos durante casi 20 años. Empezó con “Master Boy” (1987) un juego tipo Trivial que sacó una versión en italiano. Los siguientes juegos fueron “Big Karnak” (1991), “Xor World” que se quedó en prototipo, “Splash” (1992) en colaboración con OMK Software, “Squash” (1992), “Thunder Hoop” (1992). En 1993 aparte de “Glass” otra colaboración con OMK Software, saca al mercado él que fuera su mayor éxito “World Rally Championship” de Zigurat Software.

En 1994 fueron “Alligator Hunt”, “Target hits” y “TH Strikes Back”. En 1995 fue “Biomechanical Toy”, “Last Km” (1995), “Touch and Go” (1995), “World Rally 2” (1995), “Salter Cardioline Pro Cycle” (1995) y “Salter Cardioline Pro Stepper” (1995) (máquinas de gimnasio con juegos), “Speed Up” (1996), “Maniac Square” (1996), “Surf Planet” (1997), “Snow Board Championship” (1997), otro de sus mayores éxitos “Radikal Bikers” (1998) que fue comprada por Atari para comercializarla en el mundo entero, “Bang” (1998), “Football Power” (1999), “ROLLing eX.tre.me” (1999).

En el siglo XXI fueron “Smashing Drive” (2000), “Gaelco Football” (2002), “ATV Track” (2002), “Tokyo Cop” (2003), “Ring Riders” (2004) y, finalmente, “Tuning Race Gaelco Championship” (2005). A partir de 2006 GAELCO deja las máquinas recreativas por la caída de la demanda, aguanta un par de años dedicados a juegos de PC y de móviles pero en 2007 cierra para abrir GAELCO DARTS, una empresa dedicada a fabricar dianas electrónicas.
«Smashing Drive” (2000), “Tokyo Cop” (2003) y “Ring Riders” (2004) de GAELCO
TCH, era una pequeña empresa murciana que sacó una serie de juegos in mucho éxito: “Wheels&Fire”(1993), “Reality Tennis” (1993) “Speed Spin” (1994), “Little Robin” (1994), “Monsters World” (1994), “Kick Goald” (1995) y “Action Hollywood” (1995) su juego más logrado.

Picmatic, fue un interesante proyecto vasco, pues solo utilizó tecnología de Laser disc para hacer tres juegos. Estos juegos eran secuencias de video que se iban ejecutando según las acciones del jugador. Lo especial de estas ‘películas’ es que estaban en español y contaban con actores y directores conocidos: “Los Justicieros – Zorton Brothers” (1994) dirigida por Enrique Urbizu, “Marbella Vice” (1994) dirigida por Alex de la Iglesia y “Tierras Salvajes” (1995) dirigida por Mariano Vázquez, fueron los tres juegos que sacaron al mercado y algunos llegaron a traducirse al inglés.

Finalmente nos encontramos con Nix S.A. una pequeña empresa montada por miembros de EFOSA que después de hacer algunos “bootlegs” saco algunos juegos originales “Pirates” (1994) y “Genix Family” (1994).

En resumen podemos decir que la aparición del videojuego pilló con el pie cambiado a la poderosa industria española del recreativo de los 70 y cuando intento reaccionar, japoneses y norteamericanos nos llevaban mucha ventaja con sus fuertes inversiones y mejor tecnología. También coincidió con la legalización de los juegos de azar y muchas empresas dejaron de diseñar máquinas recreativas para pasarse al mundo de las tragaperras que era mucho más rentable. Salvo honrosas y afortunadas excepciones solo GAELCO invirtió en talento, diseño y en su propia tecnología y así logró aguantar (y competir) hasta la crisis de los salones recreativos por la proliferación de las consolas domésticas y que acaba, no solo con GAELCO, sino con la mayoría de empresas del mundo que se dedicaban a las máquinas recreativas.